Cada cierto tiempo me llega algún paquete de Cardhu (2 o 3 al año). Siempre son envíos en momentos clave y con alguna muestra del producto. El diseño cuidado, información abundante y una nota atractiva que te dirige a la web con un código promocional.
Aunque la proliferación de las estrategias online, el street marketing y la comunicación en el punto de venta suelen ser muy utilizados para estas promociones, ¿es posible apreciar un buen whisky sin un vaso o copa adecuado y la comodidad y relajación de tu butaca habitual? Es evidente que no. Me parece muy acertado el envío a casa. Sigue haciendo ilusión encontrarse el buzón lleno tras tantos emails, tweets o muros de facebook. Te permite además elegir el momento de consumo adecuado, por lo que la intención de compra es más probable. Sería interesante incluso que te recomendaran o te pudieses descargar algún tipo de música idónea para ese momento Cardhu.
Y si quieren convertir la intención de compra en compra real, qué mejor planificación que a través del digital signage en el momento de elección, reforzado con marketing mobile.
Lástima que no me guste el whisky. Aunque si así fuese, bebería Cardhu, porque como marca sigue buscándote e innovando para cautivarte.
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