Listerine sale a las calles de Hong Kong con una iniciativa sencilla pero efectiva.
A veces no es necesario ser espectacular para conseguir conectar con el público. La sencillez y la creatividad bien conjuntadas te pueden dar un buen resultado. Listerine ha salido a la calle en Hong Kong repartiendo un flipbook en el que, como podemos comprobar en el vídeo, una chica atractiva nos habla cuando hacemos pasar sus páginas. Al mismo tiempo, nos llega un olor desagradable, como si a la chica le oliese el aliento a cebolla.
De esta forma, Listerine intenta demostrar lo bien que actúa su producto contra el mal aliento, e incluye en el libro un cupón para obtener una muestra gratuita. Este es un ejemplo de cómo una marca consigue dialogar con el consumidor de forma original y atractiva.